Todos hemos olvidado en dónde dejamos algo, como las llaves. Nos hemos sentido inquietos, distraídos y procrastinamos poniendo atención en cosas que nos atraen y entretienen más, en lugar de enfocarnos en lo que demanda nuestra atención. Eso es normal.
Pero cuando esto pasa de forma constante y comienza a afectar el aprendizaje, el trabajo o las relaciones, puede tratarse de síntomas del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
El TDAH es uno de los trastornos de desarrollo neuronal más comunes en la infancia, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Las personas con TDAH pueden ser distraídas, impulsivas e hiperactivas. Pueden mostrar uno, dos o todos los tres tipos de estos comportamientos según el tipo de TDAH que tengan. Su comportamiento también puede cambiar con el paso del tiempo.
La mayoría de las personas piensan que el TDAH está relacionado con los niños. Los niños con TDAH tienen la tendencia de:
- Soñar despiertos
- Hablar mucho
- No compartir
- Cambiarse de asientos
- Consentir sus gustos
- Estar nerviosos y retorcerse más de lo normal
- Dejar tareas incompletas
Los síntomas pueden aparecer en niños de tan sólo tres años de edad y continuar hasta la edad adulta. Estos comportamientos han sido malinterpretados como problemas emocionales y de disciplina, según el Instituto Estadounidense de Salud Mental. Pero aún niños tranquilos y bien portados pueden tener TDAH, ya que un tipo de TDAH afecta únicamente su capacidad de concentración sin hacerlos impulsivos o hiperactivos.
TDAH en adultos
Más de 10 millones de estadounidenses tienen TDAH. En la medida en que pasan de la adolescencia a la edad adulta, pudieran perder algo de hiperactividad. Las dificultades con la impulsividad, desasosiego y concentración pueden continuar ya que nadie supera el TDAH creciendo. Al ser mal diagnosticado y no tratado puede resultar en relaciones inestables, bajo rendimiento o desempeño escolar, baja autoestima y otros problemas.
Se pueden dar trastornos psicológicos o de desarrollo con el TDAH, haciendo que el tratamiento sea todavía más difícil. Los adultos con TDAH pueden padecer de depresión o trastorno bipolar. Estos trastornos no son causados por el TDAH pero son resultado de la repetición de fallas y frustraciones. La ansiedad puede ser amplificada por estas mismas contrariedades.
Los adultos con TDAH encaran un riesgo mayor de padecer trastornos de la personalidad, trastornos con el uso de sustancias y un comportamiento explosivo en ocasiones. También pudieran tener más bajos grados en exámenes académicos que sus compañeros, y dificultad para entender y comunicarse.
No se conocen bien las causas del TDAH, pero los mitos populares sobre el exceso de azúcar, mucha televisión y ambientes inestables han sido descartados. Los científicos estudian factores genéticos y factores de riesgo, como:
- Lesión cerebral
- Exposición a una edad muy temprana a cosas como el plomo
- Consumo de alcohol o tabaco durante el embarazo
- Nacimiento prematuro
- Bajo peso al nacer
La lucha de una persona adulta
Pilar fue diagnosticada con TDAH pocos meses antes de cumplir 22 años. Es común que las mujeres sean diagnosticadas después de la infancia, ya que el TDAH se manifiesta de forma diferente en las niñas que en los niños. En lugar de sentirse nerviosa, mover los pies constantemente o darle golpeteos al escritorio con los dedos, Pilar no se podía concentrar. A ella se le dificultaba comenzar tareas, o extraviaba cosas minutos después de haberlas ubicado. ¿Pero quién no sufre de esto? Ella asumió que lo que experimentaba era normal, debido a las demandas de su vida académica.
“Era una persona altamente funcional”, dice Pilar. Una estudiante con puras “A”. “Pensé que sólo necesitaba mejores hábitos”.
Pilar desarrolló un temor fuerte al rechazo. Comentó que vivía continuamente preocupada de que sus errores la llevaran a ser cruelmente juzgada o que otros pensaran mal de ella. Eso a veces le impidió establecer amistades.
En su penúltimo año de universidad se sentía exhausta. Pilar estaba constantemente ansiosa para poder terminar sus tareas y cada vez más preocupada por conservar un empleo. Todo se sentía demasiado para ser normal, por lo que Pilar buscó atención médica. “El psiquiatra me puso a hacer varios exámenes, y los resultados mostraron que tengo TDAH”.
A Pilar le recetaron Concerta y Ritalin, los tratamientos más comunes para TDAH. Ambos estimulan el sistema nervioso central. Concerta dura 12 horas mientras que Ritalin dura de cuatro a seis horas. Ritalin le proporciona el “estímulo” cuando necesita concentrarse en la noche.
“Ojalá hubiera sabido antes que tenía TDAH”, dijo Pilar.
Múltiples métodos de tratamiento
Existe un tratamiento efectivo y seguro para ayudar a quienes tienen TDAH. Para los niños menores de seis años de edad, el primer tipo de tratamiento es el control del comportamiento, mismo que incluye la capacitación de sus cuidadores para ayudarles a observar y controlar algunos comportamientos. Los niños mayores de seis años de edad se pudieran beneficiar de un programa que incluye tanto la capacitación del comportamiento como la medicina. Las medicinas recetadas como Adderall y Ritalin han sido usadas con éxito por décadas: de hecho, son tan efectivas, que funcionan con el 70 al 80 por ciento de pacientes. Sin embargo, como muchos medicamentos potentes, los medicamentos para el TDAH se prestan al abuso en su consumo, por lo cual los pacientes deben seguir estrictamente las indicaciones recetadas.
Para los pacientes que no fueron diagnosticados antes, sino hasta la edad adulta, también puede ser beneficioso buscar la atención psicológica para combatir la ansiedad, la depresión y otros problemas de salud mental relacionados con el TDAH sin diagnóstico. Los adultos también pueden obtener capacitación de habilidades (por ejemplo, administración del tiempo, organización, comunicación) para ayudarles a superar y controlar su condición.
Se comienza con el diagnóstico
Llegó el momento de buscar ayuda cuando los comportamientos listados afectan el desarrollo educativo y social de tu hijo o directamente alteran tu vida como adulto. Un médico o psiquiatra pueden ayudar a determinar si TDAH es el problema y dar soluciones para ayudar a superarlo.
AltaMed cuenta con especialistas de la salud del comportamiento y de la medicina disponibles para ayudar con el diagnóstico y el tratamiento de TDAH, ya sea que el paciente sea un niño o un adulto. Puedes conocer más acerca de nuestros servicios, llamándonos al (855) 425-1777.
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