Conceptos básicos sobre el dolor de espalda y su prevención
"¡Ay!, me duele la espalda."
Así que brincaste y corriste con tus hijos sin pensarlo; subiste las escaleras cargando cosas pesadas, o probaste una máquina nueva en el gimnasio. Al día siguiente, descubres que la espalda te duele mucho y no crees que puedas levantarte de la cama.
¿Te suena familiar?
Alrededor del 80% de las personas sufren de dolor de espalda en algún momento de sus vidas. El dolor de espalda no hace distinción de ningún tipo y afecta tanto a hombres como a mujeres. La buena noticia es que la mayoría de los dolores de espalda son temporales y duran solo unos pocos días, incluso si esos cuantos días se vivan como una agonía.
Muchas y diferentes cosas causan el dolor de espalda, y existen muchos tipos de dolores de espalda. Vamos a repasar algunos de los conceptos básicos, como qué hacer cuando ataca y cómo podemos evitar que vuelva.
Causas del dolor de espalda
La mayoría de los dolores lumbares o de la parte baja de la espalda se producen cuando los componentes de la espalda (los huesos de la columna vertebral, los músculos que la protegen, los discos y los nervios que los atraviesan) no funcionan juntos correctamente. Durante nuestras rutinas diarias, a menudo forzamos los músculos débiles para que hagan más de lo que deberían. Lo cual puede causar torceduras o una fuerte tensión, y provocar dolorosos espasmos en la espalda.
Otra causa común del dolor de espalda se origina en los discos intervertebrales. Estos son los "amortiguadores" tipo jalea que se ajustan entre las vértebras. A medida que envejecemos, estos discos se secan y gastan, por lo que no proporcionan la amortiguación que alguna vez dieron. Estos discos también pueden romperse o abultarse, y causar dolor.
Con menos frecuencia, el dolor de espalda es causado por la compresión de los nervios que entran y salen de la columna vertebral. El dolor de espalda también puede ser causado por anomalías de la columna vertebral o cambios degenerativos en la columna vertebral.
Cuándo deberías ver a un doctor
No hay dos casos de dolor de espalda que se parezcan. Cuando tu dolor de espalda es causado por demasiado esfuerzo físico, puedes padecer un dolor que dura algunos días o incluso semanas, y luego desaparece por sí solo o con un poco de ayuda de una almohadilla térmica, reposo y algo de Tylenol. Si tu dolor de espalda dura más de seis semanas, debes consultar al doctor.
En algunas situaciones, el dolor de espalda puede ser muy grave o el síntoma de una enfermedad seria. En estos casos debes buscar un doctor o ir a la sala de emergencias de inmediato:
- Dolor de espalda severo después de un trauma, como una caída en las escaleras o un accidente automovilístico.
- Cuando te da un dolor de espalda repentino o pierdes el control de tu vejiga e intestinos.
Otros casos no son tan graves como para necesitar atención de emergencia; pero debes consultar a tu doctor de atención primaria lo antes posible, si experimentas dolor de espalda acompañado de:
- Entumecimiento y hormigueo.
- Dolor durante la noche.
- Caída del pie (cuando de repente no puedes levantar el pie o los dedos del pie).
Si no estás seguro de ver o no ver a un doctor, llama a la Línea de enfermería de AltaMed al (866) 266-5092 para hablar con un enfermero que te hará preguntas y aconsejará sobre los pasos a seguir.
Toma la iniciativa para prevenir el dolor de espalda
Una vez que vuelvas a la normalidad, considera tomar medidas para proteger tu espalda y prevenir otro episodio de dolor lumbar. Es posible que no puedas hacer nada respecto al proceso de envejecimiento, pero hay muchos otros pasos que puedes tomar para tener una espalda sana.
Mantener un peso sano
Para ponerlo en términos muy simples, cuanto menos peso tenga que cargar la espalda, mejor funciona. Si tienes sobrepeso, habla con tu doctor sobre los cambios que puedes hacer en tu estilo de vida para alcanzar un peso ideal.
Aprender a moverse
Tu doctor puede darte un programa de ejercicios que puedes hacer en tu casa o prescribirte fisioterapia para ayudarte a fortalecer y estirar los músculos. No te preocupes, no tendrás que hacer abdominales interminables ni sudar: la mayoría de las veces, la fisioterapia enfatiza los estiramientos suaves y los movimientos simples que fortalecen los músculos de la espalda, el abdomen y las piernas.
Comer una dieta saludable
- Especias como el jengibre, la cúrcuma y la cayena combaten la inflamación que causa dolor en el cuerpo. En cierto modo, los efectos son similares a tomar aspirina o ibuprofeno, pero ocurren con el tiempo, no de manera inmediata.
- Por otro lado, el azúcar, el exceso de alcohol y los carbohidratos procesados que se encuentran en alimentos como el pan, los pasteles y los cereales promueven la inflamación. Reducir estos alimentos podría tener un efecto positivo a largo plazo en tu espalda.
- Las grasas saludables de los frutos secos, el pescado y los aguacates apoyarán el movimiento sin dolor de las articulaciones.
No tienes que hacerlo todo de una sola vez. Haz pequeños cambios y observa cómo se suman uno a uno. ¡Tu espalda y el resto de tu cuerpo te lo agradecerán!