
Combate el Alzheimer manteniendo tu cerebro activo
El 21 de septiembre es día mundial del Alzheimer. En AltaMed, nos dedicamos a ayudar a que nuestros miembros hagan todo lo posible por combatir esta debilitante enfermedad. Dedica unos minutos para aprender más sobre lo que puedes hacer y pudiera proteger el valioso poder de tu cerebro.
¿Qué es el Alzheimer?
El Alzheimer es una enfermedad devastadora que destruye la memoria y otras funciones cerebrales, y hace que las personas se comporten de manera anormal y, a veces, en formas peligrosas e impredecibles. Los síntomas iniciales pueden ser apenas notorios, como por ejemplo: la incapacidad de recordar nombres, lugares o palabras conocidas. En la medida en que la enfermedad avanza, la confusión puede ser más pronunciada, y pueden presentarse cambios significativos en la capacidad de razonar, tomar decisiones correctas y conducirse de manera segura en las actividades de la vida diaria. Con el tiempo, les quita independencia a quienes la padecen.
Es una enfermedad que por lo común afecta a las personas mayores, pero el Alzheimer no es parte normal del proceso de envejecimiento. Los científicos creen que el Alzheimer es causado por varios factores distintos, como la genética, que no puedes alterar, pero también por el estilo de vida y factores medioambientales, que por supuesto puedes cambiar.
Desafortunadamente, no puedes examinarte para saber si tienes Alzheimer como puedes hacerlo para descubrir diabetes y otras enfermedades comunes. Los doctores normalmente diagnostican el Alzheimer mediante la evaluación de información sobre el comportamiento, examinando las funciones cognitivas y de la memoria, y posiblemente después con una resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés) o una tomografía computarizada (CT scan) para descartar otras enfermedades.
La buena noticia es que menos del 5% de los casos están verdaderamente asociados con el Alzheimer familiar o el que corre en las familias. Además de ayudarte a reducir tus riesgos de contraer Alzheimer, muchos de estos consejos te ayudarán con la agudeza mental y pueden mejorar tu salud en general. ¡Comienza desde hoy!
Come más alimentos para el cerebro
Porque no existe la cura milagrosa para prevenir el Alzheimer, la mayoría de los doctores recomiendan que nos enfoquemos en la nutrición; comer sano puede marcar la diferencia. Un prometedor estudio mostró que una dieta basada en vegetales de hoja verde, carnes magras y grasas saludables puede reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer hasta en un 53%.
Agrega:
- Pescado graso: El pescado graso como el salmón, caballa y arenque pudieran proteger las células del cerebro, así que trata de agregar dos porciones por semana en tu dieta.
- Vegetales de hoja verde: Disfruta de ensaladas nutritivas preparadas con col rizada, brócoli, espinaca y lechuga romana. Además, obtendrás la ayuda nutritiva de los antioxidantes.
- Bayas: Esta fruta deliciosa puede jugar un dulce rol en la protección de tus funciones cerebrales.
- Nueces: Las nueces, en particular, han mostrado ventajas para la mejora de la memoria.
- Café y te: Un pequeño estímulo de cafeína (con moderación) puede mejorar la función mental.
Reduce:
- Queso
- Postres y dulces
- Comida rápida/frita
- Mantequilla/margarina en barra
Comienza a hacer ejercicio ahora y mantente activo
Ya sabemos que el ejercicio es bueno para el corazón y reduce el riesgo de contraer casi todo tipo de cáncer. Pero el ejercicio físico también disminuye el desgaste del cerebro que viene con el envejecimiento, y reduce el riesgo de desarrollar Alzheimer. Los estudios muestran que tan solo 10 minutos de ejercicio al día pueden estimular la función del cerebro; pero tu meta debe ser por lo menos 30 minutos, de tres a cuatro veces a la semana.
Duerme bien
Cada vez hay más pruebas de que el dormir bien puede ayudar a proteger al cerebro de esta devastadora enfermedad. Quienes seguido tienen problemas del sueño también son más propensos a sufrir ataques del corazón, derrame cerebral, artritis y otras enfermedades serias. Para saber más sobre cómo dormir bien, lee estos 10 consejos fáciles de seguir.
Continúa retando a tu cerebro
El retar a tu cerebro puede ayudarte a conservar lo que ya tienes. Los cursos complejos y estructurados son los que mostraron tener más beneficios. El tomar una clase en el colegio comunitario es una excelente forma de aprender algo nuevo, ampliar tu círculo social, además de que puedes adquirir habilidades para ayudarte a conseguir un nuevo trabajo. También puedes tomar clases en línea gratis, en plataformas como Coursera y Udemy.
Tampoco necesita ser una clase académica y rigurosa. Intenta aprender una rutina de baile o nuevas destrezas de cocina. Elige una materia que te interesa y disfrutas, así es más probable que continúes el curso.
Hazte bilingüe
Buenas noticias para los hogares en donde se habla el inglés y el español. Estudios descubrieron que hablar dos o más idiomas, sin importar el haber aprendido el segundo idioma en la edad adulta, puede disminuir el envejecimiento del cerebro. No importa si no dominas el segundo idioma en un 100%, continúa practicándolo y háblalo: ¡Ayuda al cerebro!
Mantén tu vida social
Los expertos de la Escuela de Medicina de Harvard dicen que el mantener una red de conexiones sociales fuerte es tan importante como el proteger tu cerebro con el ejercicio y una dieta sana. El pasar tiempo en persona con las amistades y la familia, puede ayudarte a proteger la memoria y el funcionamiento del cerebro. Los lazos fuertes con las amistades y la familia también previenen la soledad, la cual puede causar depresión. Esta última, ha mostrado que puede acelerar el declive cognitivo.
Envejecer con independencia y dignidad
Si uno de tus seres queridos es un adulto mayor que pudiera necesitar un poco de ayuda adicional para conservar su independencia, PACE de AltaMed pudiera ser una solución fácil para ayudarles a mantenerse sanos en sus hogares. Conoce más sobre el programa, incluidos los requisitos de elegibilidad y las ubicaciones.
El 21 de septiembre es día mundial del Alzheimer. En AltaMed, nos dedicamos a ayudar a que nuestros miembros hagan todo lo posible por combatir esta debilitante enfermedad. Dedica unos minutos para aprender más sobre lo que puedes hacer y pudiera proteger el valioso poder de tu cerebro.
¿Qué es el Alzheimer?

El Alzheimer es una enfermedad devastadora que destruye la memoria y otras funciones cerebrales, y hace que las personas se comporten de manera anormal y, a veces, en formas peligrosas e impredecibles. Los síntomas iniciales pueden ser apenas notorios, como por ejemplo: la incapacidad de recordar nombres, lugares o palabras conocidas. En la medida en que la enfermedad avanza, la confusión puede ser más pronunciada, y pueden presentarse cambios significativos en la capacidad de razonar, tomar decisiones correctas y conducirse de manera segura en las actividades de la vida diaria. Con el tiempo, les quita independencia a quienes la padecen.
Es una enfermedad que por lo común afecta a las personas mayores, pero el Alzheimer no es parte normal del proceso de envejecimiento. Los científicos creen que el Alzheimer es causado por varios factores distintos, como la genética, que no puedes alterar, pero también por el estilo de vida y factores medioambientales, que por supuesto puedes cambiar.
Desafortunadamente, no puedes examinarte para saber si tienes Alzheimer como puedes hacerlo para descubrir diabetes y otras enfermedades comunes. Los doctores normalmente diagnostican el Alzheimer mediante la evaluación de información sobre el comportamiento, examinando las funciones cognitivas y de la memoria, y posiblemente después con una resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés) o una tomografía computarizada (CT scan) para descartar otras enfermedades.
La buena noticia es que menos del 5% de los casos están verdaderamente asociados con el Alzheimer familiar o el que corre en las familias. Además de ayudarte a reducir tus riesgos de contraer Alzheimer, muchos de estos consejos te ayudarán con la agudeza mental y pueden mejorar tu salud en general. ¡Comienza desde hoy!
Come más alimentos para el cerebro

Porque no existe la cura milagrosa para prevenir el Alzheimer, la mayoría de los doctores recomiendan que nos enfoquemos en la nutrición; comer sano puede marcar la diferencia. Un prometedor estudio mostró que una dieta basada en vegetales de hoja verde, carnes magras y grasas saludables puede reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer hasta en un 53%.
Agrega:
- Pescado graso: El pescado graso como el salmón, caballa y arenque pudieran proteger las células del cerebro, así que trata de agregar dos porciones por semana en tu dieta.
- Vegetales de hoja verde: Disfruta de ensaladas nutritivas preparadas con col rizada, brócoli, espinaca y lechuga romana. Además, obtendrás la ayuda nutritiva de los antioxidantes.
- Bayas: Esta fruta deliciosa puede jugar un dulce rol en la protección de tus funciones cerebrales.
- Nueces: Las nueces, en particular, han mostrado ventajas para la mejora de la memoria.
- Café y te: Un pequeño estímulo de cafeína (con moderación) puede mejorar la función mental.
Reduce:
- Queso
- Postres y dulces
- Comida rápida/frita
- Mantequilla/margarina en barra
Comienza a hacer ejercicio ahora y mantente activo

Ya sabemos que el ejercicio es bueno para el corazón y reduce el riesgo de contraer casi todo tipo de cáncer. Pero el ejercicio físico también disminuye el desgaste del cerebro que viene con el envejecimiento, y reduce el riesgo de desarrollar Alzheimer. Los estudios muestran que tan solo 10 minutos de ejercicio al día pueden estimular la función del cerebro; pero tu meta debe ser por lo menos 30 minutos, de tres a cuatro veces a la semana.
Duerme bien

Cada vez hay más pruebas de que el dormir bien puede ayudar a proteger al cerebro de esta devastadora enfermedad. Quienes seguido tienen problemas del sueño también son más propensos a sufrir ataques del corazón, derrame cerebral, artritis y otras enfermedades serias. Para saber más sobre cómo dormir bien, lee estos 10 consejos fáciles de seguir.
Continúa retando a tu cerebro

El retar a tu cerebro puede ayudarte a conservar lo que ya tienes. Los cursos complejos y estructurados son los que mostraron tener más beneficios. El tomar una clase en el colegio comunitario es una excelente forma de aprender algo nuevo, ampliar tu círculo social, además de que puedes adquirir habilidades para ayudarte a conseguir un nuevo trabajo. También puedes tomar clases en línea gratis, en plataformas como Coursera y Udemy.
Tampoco necesita ser una clase académica y rigurosa. Intenta aprender una rutina de baile o nuevas destrezas de cocina. Elige una materia que te interesa y disfrutas, así es más probable que continúes el curso.
Hazte bilingüe

Buenas noticias para los hogares en donde se habla el inglés y el español. Estudios descubrieron que hablar dos o más idiomas, sin importar el haber aprendido el segundo idioma en la edad adulta, puede disminuir el envejecimiento del cerebro. No importa si no dominas el segundo idioma en un 100%, continúa practicándolo y háblalo: ¡Ayuda al cerebro!
Mantén tu vida social

Los expertos de la Escuela de Medicina de Harvard dicen que el mantener una red de conexiones sociales fuerte es tan importante como el proteger tu cerebro con el ejercicio y una dieta sana. El pasar tiempo en persona con las amistades y la familia, puede ayudarte a proteger la memoria y el funcionamiento del cerebro. Los lazos fuertes con las amistades y la familia también previenen la soledad, la cual puede causar depresión. Esta última, ha mostrado que puede acelerar el declive cognitivo.
Envejecer con independencia y dignidad

Si uno de tus seres queridos es un adulto mayor que pudiera necesitar un poco de ayuda adicional para conservar su independencia, PACE de AltaMed pudiera ser una solución fácil para ayudarles a mantenerse sanos en sus hogares. Conoce más sobre el programa, incluidos los requisitos de elegibilidad y las ubicaciones.
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La salud mental importa
La salud mental es parte de tu salud
El primer paso es saber que tu salud mental forma parte de tu salud. Tu salud mental también puede afectar tu salud física de forma seria y agarrarte desprevenido. Cuando te sientes deprimido, es menos probable que te cuides: puedes saltarte una dosis de tu medicamento o no dormir lo necesario. También puedes caer en hábitos dañinos, cómo beber o comer en exceso, tomar drogas o actuar de manera agresiva.
Es algo que afecta en ambos sentidos: las personas con enfermedades crónicas pueden tener más probabilidades de sufrir de una mala salud mental. Y si ya sufres de una condición física y tienes depresión, tu salud física puede empeorar.
La diferencia entre tristeza y depresión
Es muy probable que reconozcas la tristeza: es una emoción que te hace sentir mal y sin muchos ánimos, y generalmente sucede como resultado de un evento desafortunado o desagradable, como la muerte de un ser querido, la pérdida de un empleo o el final de una relación. La tristeza es una reacción común, e incluso apropiada en estas circunstancias.
Pero en algunos casos, la tristeza se convierte en algo más y puede manifestarse a través de otros síntomas que son más intensos y que pueden llegar a ser físicos, como:
- Fatiga/pérdida de energía
- Pérdida de interés en cosas que antes disfrutabas
- Dificultad para concentrarte
- Mucha pérdida o subida de peso
- El sentimiento de no servir para nada
Si sientes una de estas emociones durante casi todo el día, al menos por dos semanas y llegan a interferir con tus actividades diarias, es posible que sufras una depresión.
La depresión es una condición grave. Pudo haberse originado de un solo evento, como un cambio importante en la vida (ser despedido del trabajo, alejarse de la familia y los amigos; incluso un evento feliz como el casarse puede provocar estrés). Puede ser una condición física, o puede ser un padecimiento de familia. También el recibir menos luz natural del día puede causar depresión.
Hay un mito común que dice que puedes salir de la depresión con pura fuerza de voluntad; que si sales a tomar un poco de aire fresco, platicas con un amigo o disfrutas de una buena comida, podrías animarte. Pero la depresión no se quita así. No es una cuestión de fuerza de voluntad, compromiso o pensamiento positivo. A menos que recibas ayuda, la depresión puede durar meses o incluso años.
Busca ayuda profesional
Si crees que sufres de depresión o de una enfermedad mental, habla con un doctor. Bajo la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio, todos los planes de cuidados de la salud están obligados a proporcionar cobertura para la atención de la salud mental.
El ir con tu doctor de atención primaria es un buen comienzo, ya que te conoce a ti y tu historial de la salud. Puede ser más fácil para ti, pues ya estás familiarizado con tu doctor.
Ser examinado y tratado
Una vez que hayas encontrado un doctor, él o ella pueden ayudarte a determinar si tienes depresión u otro trastorno de salud mental, cuáles son las causas y el mejor tratamiento para ayudarte a sentirte mejor.
Es posible que te haga un examen físico y pruebas de laboratorio, para así descartar otras enfermedades. Por ejemplo, si tu glándula tiroides no produce una cantidad suficiente de hormonas, puedes experimentar síntomas parecidos a la depresión, como un estado de ánimo bajo, fatiga y aumento o pérdida de peso.
En ese momento, tu doctor puede recomendar medicinas o referirte a otro médico para que realice pruebas y te de tratamientos adicionales.
Si tu doctor te recomienda medicamentos, es posible que debas probar diferentes tipos de medicamentos antes de encontrar el que mejor te funcione. El análisis de sangre y los antecedentes de tus síntomas ayudarán a que tu doctor adapte tu tratamiento, pero no todos los pacientes responden de igual manera a todos los medicamentos. Si ese es el caso, comunícale a tu doctor lo que sientes, ten paciencia y sigue las instrucciones de tu receta.
No tienes porqué sufrir, y no tienes que pasar por esto solo
AltaMed está contigo, y estamos comprometidos con tu bienestar mental y físico. Para obtener más información sobre los servicios de salud del comportamiento de AltaMed, llámanos al 855-425-1777.
Si tienes pensamientos suicidas y sientes que podrías ocasionarte un daño u ocasionarlo a otras personas, llama a la línea directa nacional de prevención del suicidio al 800-273-8255.
La salud mental es parte de tu salud

El primer paso es saber que tu salud mental forma parte de tu salud. Tu salud mental también puede afectar tu salud física de forma seria y agarrarte desprevenido. Cuando te sientes deprimido, es menos probable que te cuides: puedes saltarte una dosis de tu medicamento o no dormir lo necesario. También puedes caer en hábitos dañinos, cómo beber o comer en exceso, tomar drogas o actuar de manera agresiva.
Es algo que afecta en ambos sentidos: las personas con enfermedades crónicas pueden tener más probabilidades de sufrir de una mala salud mental. Y si ya sufres de una condición física y tienes depresión, tu salud física puede empeorar.
La diferencia entre tristeza y depresión

Es muy probable que reconozcas la tristeza: es una emoción que te hace sentir mal y sin muchos ánimos, y generalmente sucede como resultado de un evento desafortunado o desagradable, como la muerte de un ser querido, la pérdida de un empleo o el final de una relación. La tristeza es una reacción común, e incluso apropiada en estas circunstancias.
Pero en algunos casos, la tristeza se convierte en algo más y puede manifestarse a través de otros síntomas que son más intensos y que pueden llegar a ser físicos, como:
- Fatiga/pérdida de energía
- Pérdida de interés en cosas que antes disfrutabas
- Dificultad para concentrarte
- Mucha pérdida o subida de peso
- El sentimiento de no servir para nada
Si sientes una de estas emociones durante casi todo el día, al menos por dos semanas y llegan a interferir con tus actividades diarias, es posible que sufras una depresión.
La depresión es una condición grave. Pudo haberse originado de un solo evento, como un cambio importante en la vida (ser despedido del trabajo, alejarse de la familia y los amigos; incluso un evento feliz como el casarse puede provocar estrés). Puede ser una condición física, o puede ser un padecimiento de familia. También el recibir menos luz natural del día puede causar depresión.
Hay un mito común que dice que puedes salir de la depresión con pura fuerza de voluntad; que si sales a tomar un poco de aire fresco, platicas con un amigo o disfrutas de una buena comida, podrías animarte. Pero la depresión no se quita así. No es una cuestión de fuerza de voluntad, compromiso o pensamiento positivo. A menos que recibas ayuda, la depresión puede durar meses o incluso años.
Busca ayuda profesional

Si crees que sufres de depresión o de una enfermedad mental, habla con un doctor. Bajo la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio, todos los planes de cuidados de la salud están obligados a proporcionar cobertura para la atención de la salud mental.
El ir con tu doctor de atención primaria es un buen comienzo, ya que te conoce a ti y tu historial de la salud. Puede ser más fácil para ti, pues ya estás familiarizado con tu doctor.
Ser examinado y tratado

Una vez que hayas encontrado un doctor, él o ella pueden ayudarte a determinar si tienes depresión u otro trastorno de salud mental, cuáles son las causas y el mejor tratamiento para ayudarte a sentirte mejor.
Es posible que te haga un examen físico y pruebas de laboratorio, para así descartar otras enfermedades. Por ejemplo, si tu glándula tiroides no produce una cantidad suficiente de hormonas, puedes experimentar síntomas parecidos a la depresión, como un estado de ánimo bajo, fatiga y aumento o pérdida de peso.
En ese momento, tu doctor puede recomendar medicinas o referirte a otro médico para que realice pruebas y te de tratamientos adicionales.
Si tu doctor te recomienda medicamentos, es posible que debas probar diferentes tipos de medicamentos antes de encontrar el que mejor te funcione. El análisis de sangre y los antecedentes de tus síntomas ayudarán a que tu doctor adapte tu tratamiento, pero no todos los pacientes responden de igual manera a todos los medicamentos. Si ese es el caso, comunícale a tu doctor lo que sientes, ten paciencia y sigue las instrucciones de tu receta.
No tienes porqué sufrir, y no tienes que pasar por esto solo

AltaMed está contigo, y estamos comprometidos con tu bienestar mental y físico. Para obtener más información sobre los servicios de salud del comportamiento de AltaMed, llámanos al 855-425-1777.
Si tienes pensamientos suicidas y sientes que podrías ocasionarte un daño u ocasionarlo a otras personas, llama a la línea directa nacional de prevención del suicidio al 800-273-8255.

Exámenes de la salud después de los 50
Incluso si has vivido una vida saludable, al llegar a los cincuenta años, aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como artritis, afecciones cardíacas, cáncer, diabetes e incluso depresión. Estas enfermedades pueden quitarte años de vida, así como afectar tu calidad de vida.
Hacerte exámenes regulares puede ayudarte a:
- Disminuir tu riesgo de contraer un padecimiento o enfermedad crónica.
- Ahorrar dinero en tus costos médicos, ya que las enfermedades crónicas requieren de una atención médica adicional.
- Retrasar o prevenir las enfermedades, al detectarlas en una etapa temprana y tratarlas.
Básicamente, hay muchas razones para que estés a cargo de tu salud, especialmente porque la mayoría de los planes de seguro, incluídos Medicaid y Medicare, cubren una gran parte de los servicios preventivos y exámenes de detección.
Conoce qué pruebas necesitas
Estas son algunas de las pruebas de detección más comunes que necesitas a partir de los 50 años de edad:
- Las mujeres deben hacerse una mamografía cada 2 años.
- Prueba de detección de cáncer colorrectal cada año.
- Exámenes regulares de diabetes.
- Pruebas de detección de trastornos de lípidos para controlar el colesterol en la sangre.
- Los exámenes de detección de osteoporosis deben comenzar a los 60 años para mantener los huesos sanos.
La mejor manera de mantenerte saludable y estar al día con tus exámenes, es hacerte revisiones médicas regulares. Dependiendo de tu sexo y tu historial de salud familiar, tu doctor puede recomendarte exámenes adicionales para la detección de enfermedades.
Llámanos para obtener más información sobre los exámenes de salud que necesitas al (888) 499-9303.
Incluso si has vivido una vida saludable, al llegar a los cincuenta años, aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como artritis, afecciones cardíacas, cáncer, diabetes e incluso depresión. Estas enfermedades pueden quitarte años de vida, así como afectar tu calidad de vida.
Hacerte exámenes regulares puede ayudarte a:
- Disminuir tu riesgo de contraer un padecimiento o enfermedad crónica.
- Ahorrar dinero en tus costos médicos, ya que las enfermedades crónicas requieren de una atención médica adicional.
- Retrasar o prevenir las enfermedades, al detectarlas en una etapa temprana y tratarlas.
Básicamente, hay muchas razones para que estés a cargo de tu salud, especialmente porque la mayoría de los planes de seguro, incluídos Medicaid y Medicare, cubren una gran parte de los servicios preventivos y exámenes de detección.
Conoce qué pruebas necesitas
Estas son algunas de las pruebas de detección más comunes que necesitas a partir de los 50 años de edad:
- Las mujeres deben hacerse una mamografía cada 2 años.
- Prueba de detección de cáncer colorrectal cada año.
- Exámenes regulares de diabetes.
- Pruebas de detección de trastornos de lípidos para controlar el colesterol en la sangre.
- Los exámenes de detección de osteoporosis deben comenzar a los 60 años para mantener los huesos sanos.
La mejor manera de mantenerte saludable y estar al día con tus exámenes, es hacerte revisiones médicas regulares. Dependiendo de tu sexo y tu historial de salud familiar, tu doctor puede recomendarte exámenes adicionales para la detección de enfermedades.
Llámanos para obtener más información sobre los exámenes de salud que necesitas al (888) 499-9303.