Ya sea que lo revises constantemente o prefieras ignorarlo, hay más en tu peso que solo un número. El IMC, o tu índice de masa corporal, es otra forma de realizar un seguimiento de tu salud. Mide la grasa corporal en función de la altura y el peso. Para encontrar tu IMC, sigue este enlace a una calculadora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

Suena bastante simple, solo que no lo es. El IMC no es una medida perfecta y es posible que no sea precisa para todos, especialmente para los atletas, los adultos mayores y las personas que han perdido masa muscular.

Como el número en la báscula, el IMC es solo una parte del cálculo del peso corporal saludable. La actividad física, la calidad de los alimentos que comes y el sueño que obtienes, juegan un papel en la determinación de tu peso corporal saludable.

Por qué importa el peso corporal

El peso corporal, según los CDC, es un equilibrio entre la cantidad de calorías consumidas y la cantidad de calorías quemadas. La American Heart Association (AHA) dice que un peso corporal saludable no se trata solo de verse bien, sino también de reducir el riesgo de desarrollar padecimientos crónicos como enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer.

También es esencial concentrarse en la calidad de los alimentos que comes, no solo en la cantidad. Una dieta saludable debe consistir en una variedad de frutas y verduras , cereales integrales, proteínas magras y grasas saludables . Se deben limitar los alimentos procesados, las bebidas azucaradas y las grasas saturadas y trans. La AHA recomienda seguir una dieta rica en nutrientes.

La actividad física también es crucial para mantener un peso corporal saludable. El CDC recomienda al menos 150 minutos de actividad aeróbica de intensidad moderada o 75 minutos de actividad aeróbica de intensidad vigorosa por semana para adultos. Esto puede incluir actividades como caminar a paso ligero, correr, andar en bicicleta o nadar. El ejercicio de resistencia, como el levantamiento de pesas, también puede ayudar a desarrollar músculos y mejorar la composición corporal.

Además del ejercicio regular, también es importante dormir lo suficiente . La falta de sueño se ha relacionado con un mayor riesgo de obesidad y enfermedades crónicas. El CDC recomienda de siete a ocho horas de sueño por noche para los adultos.

También es esencial tener en cuenta el tamaño de las porciones y comer despacio. La Clínica Mayo sugiere usar platos y tazones más pequeños para ayudar a controlar el tamaño de las porciones, además de tomarse el tiempo para masticar la comida y saborear cada bocado.

Empieza por lo pequeño

Si bien alcanzar y mantener un peso corporal saludable es un objetivo a largo plazo, es importante realizar cambios pequeños y sostenibles en tu estilo de vida en lugar de tratar de hacer cambios drásticos de una sola vez. Esto podría incluir cambiar las bebidas azucaradas por agua, usar las escaleras en lugar del elevador o agregar más frutas y verduras a tu dieta.

Un peso corporal saludable es esencial para la salud y el bienestar general. Esto se puede determinar utilizando métodos como el índice de masa corporal y la circunferencia de la cintura, así como centrándose en la calidad de los alimentos que comes, haciendo suficiente actividad física y durmiendo, y teniendo en cuenta el tamaño de las porciones. Hacer cambios pequeños y sostenibles en tu estilo de vida puede ayudarte a alcanzar y mantener un peso corporal saludable con el tiempo.

Una gama de resultados

Si bien los factores externos como el nivel de condición física tienen un impacto, aún es importante comprender lo que te dicen los números. Una vez que hayas calculado tu IMC, así es como los CDC sugieren analizar el resultado:

• Un IMC de 18.4 o menos — es posible que tengas bajo peso
• Un IMC de 18,5 a 24,9 — se encuentra dentro de un peso corporal saludable
• Un IMC de 25,0 a 29,9 — es posible que tengas sobrepeso
• Un IMC de 30 o más — puedes ser obeso

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