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Sleeping

¿Cuánto necesitan dormir tus hijos?

Casi todos los padres conocen la lucha de llevar a su hijo a la cama. “No están cansados” o necesitan “sólo cinco minutos más”.

Es probable que tú también intentaras quedarte despierto hasta tarde cuando eras niño. Ahora, probablemente desees que las siestas y acostarse temprano fuese obligatorio.

Dormir es vital para la salud y el bienestar de todos nosotros, pero especialmente para los niños. A medida que crecen y se desarrollan, sus necesidades de sueño cambian, y es importante asegurarse de que descansen lo suficiente en cada etapa de su desarrollo. A continuación, se indica cuánto tiempo de sueño necesita tu familia por edad y, lo que es más importante, por qué:

Recién nacidos (0-3 meses)

Los recién nacidos necesitan dormir mucho para ayudar a su rápido crecimiento y desarrollo. Necesitan de 14 a 17 horas de sueño por día, pero por lo general no duermen más de dos a cuatro horas seguidas. Es importante que los padres establezcan una rutina de sueño consistente con sus recién nacidos para ayudarlos a aprender la diferencia entre el día y la noche. Los recién nacidos y los bebés deben dormir boca arriba en su propio moisés o cuna sobre un colchón firme sin almohadas ni sábanas o cobijas pesadas.

Bebés (4-11 meses)

Los bebés siguen requiriendo dormir mucho para ayudar su crecimiento y desarrollo. Necesitan de 12 a 15 horas por día, pero por lo general comienzan a dormir por períodos más largos durante la noche. Es importante que los padres mantengan una rutina constante de sueño para sus bebés y se aseguren de que no estén demasiado cansados, ya que esto puede ocasionar dificultades para conciliar el sueño y permanecer dormidos. Para los 6 meses de edad, la mayoría de los bebés deben dormir toda la noche (6 a 8 horas) sin despertarse.

Niños pequeños (1-2 años)

Los niños pequeños necesitan dormir de 11 a 14 horas por día, incluida una siesta. A medida que se vuelven más activos y curiosos, los niños pequeños pueden resistirse a irse a dormir, pero es importante que los padres establezcan una rutina regular a la hora de acostarse para ayudarlos a relajarse y prepararse para dormir. “Cepillo, Libro, Cama” es una excelente manera de estructurar la rutina de la hora de acostarse de tu hijo. Esta rutina consiste en cepillarle los dientes, leerle un libro y luego llevarlo a dormir.

Preescolares (3-5 años)

Los niños en edad preescolar necesitan dormir de 10 a 13 horas por día, incluida una siesta. Al igual que los niños pequeños, los niños en edad preescolar pueden resistirse a irse a dormir, pero aun así es importante que se adhieran a un horario regular. Algunos niños pueden dejar de tomar la siesta alrededor de los 4 años de edad, pero su sueño total debe seguir siendo el mismo.

Niños en edad escolar (6-12 años)

Los niños en edad escolar necesitan dormir de 9 a 12 horas. A medida que se involucran más en la escuela y las actividades extracurriculares, puede resultar más difícil equilibrar el sueño con las nuevas responsabilidades. Los padres pueden permitir cierta flexibilidad, pero aun así deben establecer límites para el uso de dispositivos electrónicos, el trabajo escolar, etc.

Adolescentes (13-18 años)

Los adolescentes necesitan dormir de 8 a 10 horas por día. A medida que sus cuerpos atraviesan la pubertad, sus patrones de sueño pueden cambiar y pueden tener dificultades para conciliar el sueño y despertarse temprano para ir a la escuela. A esta edad se vuelve más difícil controlar los patrones de sueño de tus hijos. Anímalos a priorizar un horario saludable y a no comprometerse demasiado con las actividades extracurriculares, el trabajo o las obligaciones sociales.

¿Por qué los niños necesitan dormir tanto?

Durante el sueño, el cuerpo produce hormonas de crecimiento, que ayudan a los niños a crecer y reparar los tejidos. El sueño también juega un papel fundamental en el desarrollo del cerebro y el aprendizaje. Los niños que duermen lo suficiente están más alertas, atentos y tienen una mejor función cognitiva, memoria y estado de ánimo.

No dormir lo suficiente puede tener graves consecuencias para los niños, entre ellas:

  • Bajo rendimiento académico
  • Problemas de comportamiento
  • Trastornos del estado de ánimo
  • Obesidad
  • Mayor riesgo de accidentes
  • Sistema inmunológico debilitado

Es importante observar a tu hijo en busca de signos y síntomas de apnea obstructiva del sueño, como ronquidos, falta de aire, sueño extremadamente inquieto o somnolencia diurna extrema. Si observas estos síntomas, informa a tu proveedor.

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AltaMed ofrece una serie completa de servicios pediátricos que incluyen vacunas y exámenes de detección apropiados para cada edad, así como información sobre los hitos del desarrollo. Para información o para hacer una cita llama al (888) 499-9303.

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Children

Creciendo saludable: Los Servicios que tu hijo necesita en cada etapa de su vida

Como padre, puede ser difícil llevar un registro de todos los objetivos del desarrollo que tu hijo debe alcanzar, o las vacunas y exámenes que debe recibir. Sin embargo, monitorear estos aspectos del crecimiento de tu hijo es esencial para garantizar su bienestar.

Es por eso que AltaMed está aquí. Somos tu proveedor de atención médica comunitaria y sabemos lo que tu bebé, niño pequeño, preadolescente y adolescente necesitan cuando se trata de servicios de salud importantes.

Del Nacimiento a los 2 años

Tu hijo experimentará un rápido desarrollo físico y cognitivo durante los dos primeros años de vida. Al nacer, los bebés generalmente pueden mover sus brazos y piernas y girar sus cabezas hacia los sonidos y la luz. Sin embargo, dependen completamente de sus cuidadores para todas sus necesidades.

A los seis meses, los bebés comienzan a sentarse, darse la vuelta y gatear. También pueden entender comandos simples y responder a su nombre. A los 12 meses, pueden valerse por sí mismos y comenzar a dar sus primeros pasos. También comienzan a desarrollar sus habilidades lingüísticas, diciendo palabras simples como "mamá" y "papá".

Necesidades de salud: Los niños a esta edad deben recibir varias vacunas para protegerlos contra enfermedades prevenibles. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan que los bebés reciban vacunas contra la hepatitis B, el rotavirus, la difteria, el tétanos, la tos ferina, la Haemophilus influenzae tipo b (Hib), la enfermedad neumocócica y la poliomielitis. Tu pediatra también realizará chequeos regulares y exámenes de desarrollo para monitorear el progreso de tu hijo.

De los 2 a los 5 años

El desarrollo físico de tu hijo continuará progresando rápidamente, y sus habilidades lingüísticas y sociales también se desarrollarán a un ritmo cada vez mayor. Se volverán más independientes y comenzarán a formar fuertes lazos con familiares y amigos.

A los dos años, la mayoría de los niños pueden correr, subir escaleras y saltar con ambos pies. También pueden hablar en oraciones simples y entender conceptos básicos como "más" y "mío". A los tres años, pueden andar en triciclo, vestirse y usar el baño ellos solos. También comienzan a jugar con otros niños y a participar en juegos imaginativos.

Necesidades de salud: Tu hijo continuará recibiendo vacunas, incluidas las del sarampión, las paperas y la rubéola (MMR), la varicela y la gripe. Tu pediatra también realizará chequeos regulares y exámenes de desarrollo para monitorear el progreso de tu hijo.

De los 6 a los 12 años

Los niños continúan desarrollando sus habilidades cognitivas y sociales, y sus habilidades físicas se volverán más refinadas. Comenzarán a formar fuertes opiniones e intereses y desarrollarán un sentido de su propia identidad.

A los seis años, la mayoría de los niños pueden andar en bicicleta, pueden aprender a nadar y participar en deportes organizados. También pueden leer, escribir y entender conceptos matemáticos básicos. A los 10 años, pueden participar en interacciones sociales complejas, tener una comprensión más profunda de conceptos abstractos y desarrollar habilidades de pensamiento crítico.

Necesidades de salud: Tu hijo recibirá vacunas contra el tétanos, la difteria, la tos ferina (Tdap), el virus del papiloma humano (VPH), la enfermedad meningocócica y la gripe. Su pediatra también realizará chequeos regulares y exámenes del desarrollo para monitorear el progreso de tu hijo.

De los 13 a los 18 años

Durante este período, tu hijo experimentará cambios físicos, cognitivos y emocionales significativos. Se volverán más independientes y comenzarán a planificar su futuro.

A los 14 años, la mayoría de los adolescentes pueden participar en razonamientos complejos y han desarrollado un sentido de su propia identidad. También pueden experimentar cambios emocionales significativos, como cambios de humor y aumento del estrés. La parte de su cerebro que les permite tomar decisiones razonables aún no se ha formado, lo que explica mucho de por qué hacen lo que hacen. A los 18 años, son legalmente considerados adultos y son responsables de sus propias decisiones.

Es importante continuar monitoreando su desarrollo durante este período para garantizar que permanezcan sanos y reciban la atención necesaria.  Deben continuar teniendo chequeos regulares y exámenes de desarrollo con su pediatra. Estas pruebas de detección pueden ayudar a identificar cualquier retraso en el desarrollo o problemas de salud que puedan requerir más atención.

Necesidades de salud: Las vacunas necesarias pueden incluir la vacuna contra el tétanos, la difteria, la tos ferina (Tdap), la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH), la vacuna contra la enfermedad meningocócica y la vacuna contra la gripe.

A medida que los adolescentes comienzan a ser más independientes y toman sus propias decisiones, es esencial fomentar la comunicación abierta y discutir la importancia de las medidas preventivas de atención médica, como los chequeos y vacunas regulares, como las vacunas regulares contra la gripe y COVID-19. Al hacerlo, puede ayudar a garantizar que su hijo reciba la atención necesaria para apoyar su salud y bienestar continuos.

Contigo desde el principio

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Children Playing Soccer

Cómo evitar y tratar las lesiones relacionadas con el deporte

El verano está aquí y quieres aprovechar al máximo tu tiempo bajo el sol. Hay juegos para jugar, diversión para disfrutar y abundan las actividades.

Niños y adultos participan en diferentes ligas de verano, pero también hay muchas oportunidades para practicar deportes de recolección -futbol, softbol, baloncesto- y actividades en general – senderismo, natación y ciclismo.

Estirar antes de empezar

Simplemente porque haga calor afuera no significa que tu cuerpo esté calentado para cualquier actividad que tengas en mente. Necesitas estirar tus músculos antes de cualquier actividad si aún no eres un atleta regular. El estiramiento ayuda a prevenir distensiones musculares y esguinces que potencialmente pueden dejarte a un lado, obligándote a perderte grandes partes de tu verano.

Boy Playing Baseball

Estar equipado

Algunas actividades requieren equipo de seguridad especial. Actividades como basquetbol, softbol, ciclismo, y andar en patineta se deben realizar utilizando cascos para proteger tu cabeza. Los protectores bucales brindan protección extra para el béisbol y al andar en patineta.

Los zapatos pueden ser importantes para la seguridad. Taquetes para el béisbol, softbol, soccer, o fútbol te darán una mejor tracción y evitarán que te deslices por el campo. Usar zapatos con soporte en tu tobillo te ayudará a jugar basquetbol o voleibol. También querrás usar zapatos duraderos o botas de montaña si vas a caminar sobre terreno disparejo.

Asegúrate de utilizar protector solar todos los días para proteger tu piel de dañinos rayos UV. También nunca nades solo(a), asegúrate de que esté un salvavidas de guardia o ve con un amigo.

Descansar, recargar y reposar

Cuando eras niño(a), parecía que podías pasar todo el día, todos los días y nunca necesitar un descanso. Pero, aunque te sientas así hoy, o si tus hijos insisten en que pueden seguir adelante, es buena idea sacar tiempo para descansar.

Estás gastando energía valiosa independientemente de la actividad. Hacerlo en exceso puede llevar a una lesión potencial por uso excesivo.

Asegúrate de recargar con una botana como fruta, y asegúrate de beber bastante agua. Las bebidas energéticas y deportivas pueden ser una buena opción cuando te recuperas de un entrenamiento, pero nada le gana al agua cuando estás en medio de una actividad. Evitará que te deshidrates y te sobre-calientes.

Escucha tu cuerpo

No hay nada de malo con tomar un descanso de la acción, especialmente si comienzas a sentir que tus músculos se tensan o si comienzas a sentir dolor o tus articulaciones se inflaman.

El dolor es la manera que tu cuerpo te avisa que necesitas parar, presta atención a esas advertencias. De lo contrario, podrías provocar una lesión más grave que podría requerir un viaje al doctor o a la sala de emergencias.

Baskeball Teacher

Tratar una lesión cuando ocurre

A pesar de tus mejores esfuerzos, es probable que tú o alguien cercano a ti termine moreteado, raspado, torcido o hasta con una conmoción cerebral por practicar deportes. Aquí está lo que debes hacer en cada situación.

  • Moretones- El más común ocurre en los tejidos blandos. Cambia de color, hay algo de hinchazón y duele al tacto. Estos toman tiempo para sanar. Descansa cuanto sea posible. Aplica hielo durante 15 a 20 minutos a la vez varias veces al día. Envuelve el área para reducir la hinchazón y eleva el área moreteada por encima de tu corazón.
  • Cortes y raspaduras: Asegúrate de que quien trate el área tenga las manos limpias para evitar la propagación de infecciones. Aplica presión suave con un paño limpio o una venda para detener el sangrado. Limpia la herida con agua de la llave y limpia alrededor de la herida con jabón. Aplica un antibiótico en ungüento o vaselina para ayudar a prevenir la cicatrización y luego cubre la herida con un vendaje o una gasa limpia. Cambia el vendaje a diario y vacúnate contra el tétanos si la herida es profunda o estaba sucia y si han pasado al menos cinco años desde tu última vacuna. Consulta a tu doctor si observas enrojecimiento, hinchazón, drenaje o sientes que incrementa el dolor.
  • Esguinces(ligamentos) y torceduras(tendones): Los esguinces son lesiones en el tejido que conecta los huesos. Las torceduras son lesiones en el músculo o en el tejido que conecta el músculocon el hueso. Los esguinces son más comunes en el tobillo, la muñeca, la rodilla o en el pulgar. Es importante que pongas hielo en el área afectada, elevarla y envolverla para reducir la hinchazón. La mayoría de los esguinces toman tiempo. Los esguinces graves pueden requerir cirugía si se rompen los ligamentos.
  • Conmoción cerebral: Esta es una lesión en el cerebro que requerirá un poco de descanso. Eso significa limitar los videojuegos, mirar televisión, enviar mensajes de texto, leer, hacer tareas o usar la computadora. Después de 48 horas puedes aumentar lentamente tus actividades diarias si no te causan síntomas como mareos, dolores de cabeza, visión borrosa o hemorragias nasales. Consulta con tu doctor si estas condiciones persisten.

Visítenos con cualquier pregunta

Los médicos experimentados y el personal médico de AltaMed están familiarizados con las lesiones deportivas y saben cómo ayudarte para que puedas recuperarte y divertirte. Comienza por desarrollar una buena relación con tu doctor de atención primaria. Llama al (888) 499-9303 para obtener información o programar una cita.

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