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Learning Disorders

Cómo detectar trastornos del aprendizaje

Cada niño tiene un estilo y ritmo de aprendizaje únicos. Sin embargo, algunos niños pueden experimentar dificultades en el procesamiento de la información, lo que puede perjudicar su rendimiento académico y su bienestar en general. Estos desafíos se conocen comúnmente como trastornos o déficits del aprendizaje.

¿Cómo saber si su hijo tiene un trastorno del aprendizaje o si es único en la forma en que aprende? ¿Cuándo buscar ayuda? ¿Cómo puede proporcionar apoyo? Primero, necesitamos saber qué son los trastornos del aprendizaje.

¿Qué son los trastornos del aprendizaje?

Los trastornos del aprendizaje son condiciones que afectan la forma en la que las personas adquieren, procesan, organizan y expresan la información. Estos trastornos no son un signo de baja inteligencia. Más bien, reflejan diferentes formas en que el cerebro procesa y entiende ciertos tipos de información. Algunos trastornos comunes del aprendizaje incluyen:

  • Dislexia — Dificultad con la lectura
  • Discalculia — Dificultad con las matemáticas
  • Disgrafía — Dificultad para escribir
  • Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)

Identificación de trastornos del aprendizaje

Reconocer los signos de un trastorno del aprendizaje es crucial para el desarrollo. Si bien cada trastorno tiene características específicas, hay señales de advertencia comunes para tener en cuenta:

  • Dificultades académicas — Dificultades en la lectura, escritura, ortografía, matemáticas o comprensión que no están en línea con la edad o la capacidad intelectual del niño.
  • Problemas de comportamiento — Hiperactividad, impulsividad o dificultades para seguir instrucciones y mantenerse enfocado.
  • Desafíos de memoria — Dificultad para retener información, olvido o dificultades para organizar pensamientos.
  • Mala coordinación — Dificultad con las habilidades motoras finas, como escribir a mano o usar tijeras.
  • Dificultades emocionales y sociales — Baja autoestima, frustración, ansiedad, retraimiento o desafíos en las interacciones sociales.

Estos signos por sí solos no confirman un trastorno del aprendizaje, pero pueden indicar la necesidad de una evaluación adicional.

Cuándo buscar ayuda

Si sospecha que su hijo pueda tener algún trastorno del aprendizaje, es esencial reunirse con profesionales para un diagnóstico preciso. Considere buscar ayuda si:

  • El rendimiento académico se queda corto a comparación de sus compañeros a pesar del apoyo y los esfuerzos adicionales.
  • Las dificultades conductuales o emocionales ocurren a menudo, lo que afecta el bienestar y las interacciones sociales de su hijo.
  • Los maestros u otros profesionales plantean inquietudes sobre el aprendizaje o el comportamiento de su hijo.
  • Usted nota una brecha significativa entre las habilidades y los logros de su hijo en diferentes áreas.

Estrategias de apoyo

Una vez que se diagnostica un trastorno del aprendizaje, hay varias maneras de apoyar y empoderar a los niños:

  • Plan de Educación Individualizado (IEP) — Trabaje con los maestros y el personal de la escuela para desarrollar un IEP que aborde las necesidades específicas de su hijo. Este plan describe estrategias, cambios y servicios de apoyo para aliviar los desafíos de aprendizaje.
  • Instrucción especializada — Explore programas de asesoramiento, terapias o tutoría diseñados para niños con trastornos específicos del aprendizaje, como programas de lectura multisensorial para la dislexia.
  • Tecnología de asistencia — Use tecnología que pueda ayudar al aprendizaje y a compensar desafíos específicos, como software de conversión de texto a voz u organizadores gráficos.
  • Apoyo emocional — Cree un ambiente de apoyo en el hogar y la escuela, fomentando la comunicación abierta y desarrollando la autoestima.

No está solo

Los trastornos del aprendizaje pueden representar desafíos únicos para los niños, pero con detección temprana y apoyo, pueden prosperar académica y emocionalmente. AltaMed cuenta con pediatras calificados y profesionales de la salud conductual que pueden ayudar. Además, AltaMed tienen pediatras en el Hospital de niños Los Ángeles (Children’s Hospital Los Angeles) que se especializan en diagnósticos del desarrollo y comportamiento que podrían ayudar a su niño o adolescente. Llámenos al (323) 669-2113.

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ADHD

Datos Sobre el TDAH

Los niños pueden ser impulsivos. Hay muchas cosas que prefieren hacer que sentarse en un salón de clase, comportarse en la iglesia, o reunirse para una actividad aburrida para “adultos”. Eso es normal.

Cuando ese comportamiento empieza a afectar su trabajo escolar, y provoca problemas en caso con amigos, puede ser un caso de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, es “uno de los trastornos del neurodesarrollo más comunes en la infancia”. Es algo que los niños normalmente no superan, casi siempre dura hasta la adultez.

Sin embargo, con un diagnóstico adecuado, el TDAH puede ser tratado y controlado.

Antecedentes del TDAH

Este trastorno fue reconocido por primera vez por un doctor escocés a finales del siglo 18. En 1902, Sir George Frederic Still habló sobre el comportamiento impulsivo en niños de inteligencia típica.

La enfermedad hipercinética fue descrita por dos médicos alemanes en 1932. La condición impedía que los niños se quedaran quietos en clase y se llevaran bien con sus compañeros de escuela.  Comenzó en niños de tan solo 3 años y alcanzó su punto máximo a la edad de 6 años.

En 1937, se descubrió que la bencedrina, un estimulante, causaba una disminución en la hiperactividad del paciente. En 1954, el ritalín se convirtió en el medicamento más utilizado para tratar a los niños con TDAH.

En Números

Se estima que hasta 6 millones de niños entre 3 y 17 años de edad han sido diagnosticados con TDAH. Eso incluye:

  • 265.000 niños de 3 a 5 años
  • 2,4 millones niños de 6 a 11 años
  • 3,3 millones de niños de 12 a 17 años

Los niños tienen el doble de probabilidades de ser diagnosticados con TDAH que las niñas. Los niños negros no hispanos y los niños blancos no hispanos son diagnosticados con mayor frecuencia con TDAH (12% y 10% respectivamente) en comparación con los niños hispanos (8%) o los niños asiáticos no hispanos (3%).

El número de niños diagnosticados con TDAH ha aumentado constantemente cada año.

Síntomas Potenciales

Muchos niños tendrán problemas para concentrarse. Eso no significa que tengan TDAH. Sin embargo, es importante tener en cuenta:

  • Soñar despierto
  • Olvido
  • Perder cosas
  • Inquietud
  • Ser demasiado hablador
  • Tomar riesgos innecesarios
  • Descuido
  • Control de impulsos extremadamente pobre
  • Dificultad para turnarse
  • Dificultad para llevarse bien con los demás
  • Dificultad para mantener sus calificaciones altas. 

Causas y factores de riesgo

Los investigadores continúan buscando las causas exactas del TDAH. Algunos factores que han identificado incluyen:

  • Genética — los estudios muestran que puede ser hereditaria.
  • Medio ambiente — los factores ambientales, como la exposición al plomo, pueden aumentar el riesgo.
  • Problemas de desarrollo — los problemas con el sistema nervioso durante los momentos clave del desarrollo infantil podrían ser un factor.
  • Exposición a factores ambientales durante el embarazo —  la exposición al alcohol, alcohol o drogas durante el embarazo podría ser un factor de riesgo.  
  • Nacimiento prematuro — Este podría ser otro factor de riesgo.

Condiciones coexistentes

El TDAH puede ser extremadamente frustrante, especialmente si no se diagnostica hasta la edad adulta. Lidiar con el olvido, la falta de atención, el bajo rendimiento en la escuela, el trabajo o en las relaciones, puede conducir al desarrollo de otras afecciones. Estos incluyen:

  • Trastornos del estado de ánimo — la depresión y el trastorno bipolar son comunes. No están directamente relacionados con el TDAH, pero podrían estar relacionados debido a un patrón repetido de fracasos y frustraciones que resultan del TDAH.
  • Trastornos de ansiedad — la ansiedad puede amplificarse debido a los desafíos del TDAH.
  • Discapacidades de aprendizaje — los adultos con TDAH podrían obtener puntajes más bajos en las pruebas académicas y pueden tener mayores dificultades para comprender y comunicarse.
  • Otros trastornos — los trastornos de personalidad y los trastornos por uso de sustancias representan un mayor riesgo debido al TDAH no diagnosticado o no tratado.

Aquí para ayudar

El TDAH es común y hay tratamientos para niños y adultos. Si crees que tú o un ser querido podrían tener síntomas de TDAH, AltaMed cuenta con pediatras capacitados y profesionales de la salud conductual que pueden ayudarte. Además, en el Hospital de Niños de Los Ángeles, AltaMed cuenta con pediatras que se especializan en diagnósticos de desarrollo y comportamiento que podrían ayudar a tu hijo o adolescente. Llámanos al (323) 669-2113.

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Sleeping

¿Cuánto necesitan dormir tus hijos?

Casi todos los padres conocen la lucha de llevar a su hijo a la cama. “No están cansados” o necesitan “sólo cinco minutos más”.

Es probable que tú también intentaras quedarte despierto hasta tarde cuando eras niño. Ahora, probablemente desees que las siestas y acostarse temprano fuese obligatorio.

Dormir es vital para la salud y el bienestar de todos nosotros, pero especialmente para los niños. A medida que crecen y se desarrollan, sus necesidades de sueño cambian, y es importante asegurarse de que descansen lo suficiente en cada etapa de su desarrollo. A continuación, se indica cuánto tiempo de sueño necesita tu familia por edad y, lo que es más importante, por qué:

Recién nacidos (0-3 meses)

Los recién nacidos necesitan dormir mucho para ayudar a su rápido crecimiento y desarrollo. Necesitan de 14 a 17 horas de sueño por día, pero por lo general no duermen más de dos a cuatro horas seguidas. Es importante que los padres establezcan una rutina de sueño consistente con sus recién nacidos para ayudarlos a aprender la diferencia entre el día y la noche. Los recién nacidos y los bebés deben dormir boca arriba en su propio moisés o cuna sobre un colchón firme sin almohadas ni sábanas o cobijas pesadas.

Bebés (4-11 meses)

Los bebés siguen requiriendo dormir mucho para ayudar su crecimiento y desarrollo. Necesitan de 12 a 15 horas por día, pero por lo general comienzan a dormir por períodos más largos durante la noche. Es importante que los padres mantengan una rutina constante de sueño para sus bebés y se aseguren de que no estén demasiado cansados, ya que esto puede ocasionar dificultades para conciliar el sueño y permanecer dormidos. Para los 6 meses de edad, la mayoría de los bebés deben dormir toda la noche (6 a 8 horas) sin despertarse.

Niños pequeños (1-2 años)

Los niños pequeños necesitan dormir de 11 a 14 horas por día, incluida una siesta. A medida que se vuelven más activos y curiosos, los niños pequeños pueden resistirse a irse a dormir, pero es importante que los padres establezcan una rutina regular a la hora de acostarse para ayudarlos a relajarse y prepararse para dormir. “Cepillo, Libro, Cama” es una excelente manera de estructurar la rutina de la hora de acostarse de tu hijo. Esta rutina consiste en cepillarle los dientes, leerle un libro y luego llevarlo a dormir.

Preescolares (3-5 años)

Los niños en edad preescolar necesitan dormir de 10 a 13 horas por día, incluida una siesta. Al igual que los niños pequeños, los niños en edad preescolar pueden resistirse a irse a dormir, pero aun así es importante que se adhieran a un horario regular. Algunos niños pueden dejar de tomar la siesta alrededor de los 4 años de edad, pero su sueño total debe seguir siendo el mismo.

Niños en edad escolar (6-12 años)

Los niños en edad escolar necesitan dormir de 9 a 12 horas. A medida que se involucran más en la escuela y las actividades extracurriculares, puede resultar más difícil equilibrar el sueño con las nuevas responsabilidades. Los padres pueden permitir cierta flexibilidad, pero aun así deben establecer límites para el uso de dispositivos electrónicos, el trabajo escolar, etc.

Adolescentes (13-18 años)

Los adolescentes necesitan dormir de 8 a 10 horas por día. A medida que sus cuerpos atraviesan la pubertad, sus patrones de sueño pueden cambiar y pueden tener dificultades para conciliar el sueño y despertarse temprano para ir a la escuela. A esta edad se vuelve más difícil controlar los patrones de sueño de tus hijos. Anímalos a priorizar un horario saludable y a no comprometerse demasiado con las actividades extracurriculares, el trabajo o las obligaciones sociales.

¿Por qué los niños necesitan dormir tanto?

Durante el sueño, el cuerpo produce hormonas de crecimiento, que ayudan a los niños a crecer y reparar los tejidos. El sueño también juega un papel fundamental en el desarrollo del cerebro y el aprendizaje. Los niños que duermen lo suficiente están más alertas, atentos y tienen una mejor función cognitiva, memoria y estado de ánimo.

No dormir lo suficiente puede tener graves consecuencias para los niños, entre ellas:

  • Bajo rendimiento académico
  • Problemas de comportamiento
  • Trastornos del estado de ánimo
  • Obesidad
  • Mayor riesgo de accidentes
  • Sistema inmunológico debilitado

Es importante observar a tu hijo en busca de signos y síntomas de apnea obstructiva del sueño, como ronquidos, falta de aire, sueño extremadamente inquieto o somnolencia diurna extrema. Si observas estos síntomas, informa a tu proveedor.

Tu compañero/a de crianza

AltaMed ofrece una serie completa de servicios pediátricos que incluyen vacunas y exámenes de detección apropiados para cada edad, así como información sobre los hitos del desarrollo. Para información o para hacer una cita llama al (888) 499-9303.

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